Cerro El Plomo: Refugio Federación – Cima del Cerro El Plomo

Suena el despertador, son las 4:00, pereza total y remoloneo hasta las 4:30. Salimos poco a poco de la tienda y desayunamos. Bernardo nos dice que se encuentra fatal, que se ha quedado helado (el termómetro marca -7ºC) y que le duele la cabeza. Toño dice que se queda abajo, que suba yo solo. Dudas y más dudas, Bernardo le insiste en que me acompañe, que vayamos subiendo y que según veamos seguimos para arriba o damos la vuelta.

En Federación solo se ve luz en otra de las tiendas, parecen los chilenos con los que ya coincidimos en la estación superior del Andarivel de Las Águilas.

Al final se decide y tras terminar de prepararnos, salimos a las 5:45 para la cima del Cerro Plomo.

Encontramos pronto el camino, como parece evidente sale justo del Refugio Federación (4131 m), pero a la luz de los frontales siempre parece más complicado orientarse.

Llegamos al comienzo de las primeras zetas, se hacen rápido y ganamos desnivel a buen ritmo. Alcanzamos el sector de La Hoya (4276 m) en apenas 25'. Podemos distinguir pircas (vivacs) para unas 10-12 tiendas de campaña.

Ahora el sendero remonta un fuerte desnivel, hasta ganar lo que parece la morrena lateral del glaciar, seguiremos por ella, en horizontal, ganando desnivel suavemente, hasta plantarnos bajo una pendiente mucho más acusada que nos llevará hasta el Refugio Agostini (4619 m). Hacemos un alto en el camino, nos tomamos una barrita de cereales y un gel, y reemprendemos la marcha. Justo antes de marchar nos alcanzan el trío de chilenos.

Desde el Refugio Agostini, comienza el acarreo del Plomo, se pueden tomar varias trazas de sendero, se ve una directa hacia una zona rocosa, se ve bastante empinado y descompuesto, en cambio vemos una traza que sigue hacia la derecha, por terreno algo más suave, y parece que irá a ganar la parte superior de la zona rocosa pero dando un rodeo. Elegimos esta opción sin dudar.

Tras salir del refugio, comienza un fuerte viento, que nos hace parar a abrigarnos y cambiar de guantes.

Poco a poco, vamos ganando altura, y lo que es mejor, pronto alcanzamos la zona donde da el sol, la temperatura se vuelve más llevadera. Cuando el GPS marca los 5000 metros hacemos una nueva pausa, alcanzar esta cota nos ha llevado algo menos de 3 horas.

Volvemos a juntarnos con los chilenos, ahora son solo dos, el tercer integrante del grupo, se ha dado la vuelta en Agostini, se encontraba "apunado" tal y como nos dicen sus compañeros.

Retomamos la marcha, el sendero sigue claro, poco a poco se va acercando a la loma, hasta que la alcanzamos y trasponemos. Ahora en la otra cara, vemos el itinerario mucho más claro, nos encontramos con una suave rampa que nos conducirá al Portezuelo de la Pirca del Inca, si bien el terreno se muestra suave, nos encontramos a más de 5000 metros y nos cuesta progresar.

Llegamos al portezuelo, nos acercamos a ver el cercano oratorio que construyeron los Incas siglos atrás (enlace con información) y unos metros más adelante nos calzamos los crampones para cruzar el Glaciar Iver, en corta travesía.

Ya al otro lado nos quitamos los crampones, pero tan solo unos 300 metros más adelante, decidimos ponérnoslos de nuevo, ya que el camino está con nieve helada.

Remontamos el sendero pedregoso hasta alcanzar un giro a nuestra derecha, donde vemos descender por el acarreo final a un numeroso grupo de 6 chilenos (ellos salieron a las 4 de Federación), nos comentan que estamos a unos 25'-30' de la cima.

El acarreo que nos queda por ascender, y que nos depositará en la planicie que antecede a la cima del Cerro Plomo, son unos 50 metros de desnivel, por roca suelta. En esta época del año nos lo encontramos con restos de nevero, como llevamos los crampones no dudamos en seguir la nieve en la medida de lo posible. Así no resulta tan "pestoso" como podíamos esperar.

Alcanzamos el portillo en el que termina el acarreo (5404 m), ya solo nos queda "llanear" por terreno amplio y cómodo, con algún repecho, hasta la cima del Cerro Plomo (5436 m) que hollamos a las 12 en punto del mediodía.

La vista es excepcional, hacia el Nevado Juncal y el Nevado del Plomo, glaciares espectaculares cierran esta parte de la cordillera. Se distinguen las cimas del Tupungato, Nevado de Piuquenes, Morado, Cerro Marmolejo y Volcán San José, y si conociésemos mejor la zona, de seguro podríamos identificar varios 6000s más.

Fotos de rigor, echamos de menos a Bernardo. Comemos algo y, tras estar unos 30' en la cima, comenzamos el descenso.

La ruta de descenso será idéntica a la seguida para subir, con excepción de cuando nos encontramos en la zona rocosa sobre la vertical del Refugio Agostini, cogeremos el acarreo que con algún resbalón nos dejará en la puerta del refugio, donde nos espera Bernardo ya recuperado de sus síntomas matutinos. Aprovechamos para comer algo y comentar la jornada con Bernardo y seguimos con el descenso.

Como todos los días que estamos en la cordillera, llegan las 12 del mediodía y al poco aparecen las primeras nubes, que terminan por cubrir el cielo por completo. Empieza a nevar, primero de manera tímida y luego con más ganas.

Pasamos La Hoya y seguimos hasta Federación, donde llegamos cansados y contentos por la cima conseguida pero, tristes a la vez por no haber podido culminarla los tres.

El resto de la tarde se la pega nevando, hasta que, como de costumbre, se despeja e incluso da tiempo a que nos de un poco el sol. Cenamos y a dormir.