Lugar de salida: Pietas


El sendero, medio oculto por la vegetación, sigue «al derecho» hasta otro campo de cerezos.



Ha llovido, y nevado, tanto este invierno y esta primavera que, como alguien comenta: «esto parece Asturias».



A la izquierda podemos ver una fuente, pero no está operativa. Creo que los bomberos acumulan aquí agua para extinguir un posible incendio. Detrás del muro de piedra se oye el agua y se ve, a veces, como gotea algo por el tubo de más abajo. En cualquier caso dudo que el agua de este depósito sea potable. Como es el único punto «húmedo» de todo el recorrido, es obvio que nos tocará portear desde el coche toda el agua que podamos necesitar.

Rodeamos el refugio, pasando junto a un panel que nos da información del acebal que acabamos de atravesar.

Giramos a la izquierda, pasando al lado del tejado y seguimos un resto de sendero. Es un espejismo pasajero. A pesar de que, durante años, este camino ha sido bastante practicable, ahora, simplemente, ha desaparecido. Los fuertes vientos y las abundantes lluvias han tirado varios pinos y hecho crecer la vegetación sobre él. Más mal que bien, y mayormente subiendo «al derecho», vamos superando el desnivel hasta salir del bosque. Podemos ver, a nuestra derecha, el Cerro de Santa Brígida (1.409m) y el Pico de la Nevera (1.411m). En medio de ambos se encuentran las instalaciones militares del EVA-1. Todos los lugareños le llaman a este monte «los bolos», recuerdo de cuando aquí había dos edificios más pequeños en el lugar del actual. A la derecha, y muy abajo ya, podemos ver el falso pico.

Para ganar el cordal atravesamos un paso rocoso. Es una pequeña trepada que se puede evitar por la izquierda y por la derecha, pero nosotros somos así de «intrépidos».

Vamos a pasar junto a la valla de un repetidor de televisión mientras el terreno se hace mucho menos empinado.

Volvemos a ver la cima y, aunque todavía queda lejos, comprobamos que no está mucho más alta que nosotros.

Recorremos todo el cordal, dejando a nuestra espalda «los bolos» (ahora ya «el bolo») y el repetidor. Como «los tiempos adelantan que es una barbaridad» el camino ha sido sustituido por una pista.

Seguimos por este bonito paraje, recordando cómo era antes de afearlo con la pista.

Última cuesta antes de coronar, con parte de nuestro recorrido a la vista.
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¡Cima! |
Al llegar arriba ha salido a recibirnos el vigilante que ocupa el puesto de observación de incendios. Está en la misma cima, y tiene una excelente vista de 360º. El vigilante, que resulta ser del vecino pueblo de El Frasno, es un tipo muy simpático. Mantenemos una animada charla e incluso nos permite echar un vistazo con sus prismáticos.

Es una pena que el día no esté muy despejado. Nos contentamos con ver los pueblos del Perejiles, Calatayud, la sierra de Aguarón y demás puntos cercanos. Moncayo y Pirineos, visibles otras veces, permanecen hoy ocultos por la nubes. Nos hubiera gustado almorzar aquí, pero el fuerte viento hace que no sea buena idea. Para bajar seguimos de nuevo las marcas del SL-Z-36, que sale de la primera curva de la pista, perdiendo altura rápidamente por un terreno con fuerte pendiente y salpicado de pinos.

Unos metro antes de llegar de nuevo a la pista, y tras pasar por una zona cubierta de flores, buscamos refugio en unos pinos para, por fin, comernos el bocata. De nuevo en marcha volvemos a coincidir con el GR-90.2 (Cruce002).

Lo seguimos en dirección a Aluenda, mientras echamos último vistazo a la cima, tan lejana de nuevo.

Un agradable paseo, prácticamente llano, nos lleva de nuevo al Refugio de Inogés. Varios charcos nos recuerdan lo lluvioso que está siendo este año.

Desde el Refugio, por el mismo camino de subida (a pesar de lo que marca el track de GPS), llegamos hasta el Collado de Marigil, superando a regañadientes la última cuesta arriba del día. Bajamos un poco más hasta el punto marcado como «Variante001». Allí cruzamos por un bancal, entre cerezos, para ganar el lado izquierdo del barranco. Por pista y entre las flores vamos bajando plácidamente.

Volvemos a encontrar el camino de subida en el punto «Cruce003» y, en breve, llegamos a la ermita, principio de Pietas y final de nuestra excursión de hoy.

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4 Responses
Eduardo
Bonita ascensión, de la Sierra de Vicor no conozco nada, y no será porque no este cerquita de Zaragoza. Por las fotos parece que la ruta discurre en muchos tramos por bosque, así que no desecho la posibilidad de realizarla en breves, saludos
Antonio Fernandez
Hola Angel, muy bonita ruta familiar, aunque no tiene nada que envidiar a otras grandes, porque con sus 12 km y un desnivel acumulado de 750 m, es una marcha muy maja, la verdad es que nosotros del sistema iberico solo habíamos pisado Picos de Urbion y el Moncayo y tenemos apuntada un par de picos de la Sierra de la Demanda, No conociamos la Sierra de Vicor, pero gracias a estas publicaciones,
La cabra ya no tira al monte
Hola Bruno<br />No es fácil, no. Y menos si no va con alguien más de su edad. Pero ahí estamos, intentando que disfrute del monte y, evidentemente, disfrutando nosotros también.<br />Un saludo
Bruno
Felicidades al joven del grupo, no es fácil que un pequeño se anime con marchas tan duras.<br /> Un saludo.