Fecha de la actividad: martes, 18 de agosto de 2015
Lugar de salida: Aparcamiento del Preikestolen, Preikestolhytta.
Objetivo: Preikestolen o Roca del Púlpito
Desnivel positivo acumulado: 545 metros
Distancia y tiempo empleado: 8,66 km en 3h50′ (incluidos descansos)
Archivo GPS (con el recorrido, click para descargar): TrackGPS
La Ruta
El Preikestolen o Roca del Púlpito es una de las excursiones más transitadas en Noruega. Aunque estábamos de vacaciones, decidimos madrugar bastante para empezar la ruta pronto y antes de las 7 de la mañana estábamos listos para empezar a andar.
El camino está muy marcado, desde el inicio en el aparcamiento de Preikestolhytta (de pago), a 270 msnm, con un panel que tiene el perfil del recorrido y alguna recomendación. El sendero, además de estar muy pisado, tiene unas marcas rojas en forma de T y señales y postes cada poca distancia.
[shashin type=»photo» id=»2250″ size=»912″ caption=»y»]Comenzamos a andar por un fuerte repecho (6:50h), para entrar en calor. Después de medio kilómetro aproximadamente, llegamos a la primera de las cubetas glaciares desde donde podemos ver el lago Revsvatnet. El camino continúa atravesando pinos y abedules mientras afrontamos el segundo de los repechos.
Al terminarlo, llegamos a la segunda cubeta glaciar, esta ocupada por vegetación herbácea y atravesada por un camino de madera (que se agradece) para no embarrarnos mucho. Después de llanear un poco, llegamos al tercer repecho. Si los anteriores eran para entrar en calor, este es bastante marcado, más largo y tiene alguna zona con grandes bloques.
[shashin type=»photo» id=»2251″ size=»912″ caption=»y»]Una vez que llegamos arriba, nos asomamos a los ibones de Tjødnane. Ya llevamos andados unos 2500 metros (7:55h) y nos falta el último repecho para llegar al objetivo. El camino desciende unos metros hasta los ibones. Una vez sorteados, el camino continúa hacia la izquierda (al norte) porque aquí se puede tomar el camino que sube a la colina (el que tomamos a la vuelta).
[shashin type=»photo» id=»2252″ size=»912″ caption=»y»]La última subida nos acerca poco a poco hacia el borde del fiordo. En alguna zona umbría hay colocadas cadenas marcando bien el camino para evitar caer por el precipicio. En un poco, divisamos el objetivo: el Preikestolen colgado sobre el fiordo de Lyse o Lysefjord. Aprovechando que casi no hay gente, procedemos a hacer bastantes fotos.
[shashin type=»photo» id=»2253″ size=»912″ caption=»y»]El día es bastante ventoso, así que intentamos no acercarnos demasiado al borde (otros lo hacen, pero no es recomendable). Nos abrigamos un poco y almorzamos algo tranquilamente, que ya es hora.
[shashin type=»photo» id=»2256″ size=»912″ caption=»y»]A la hora de volver, en vez de coger el mismo camino, optamos por subir un poco más, a la colina, para ver bien la roca del púlpito y por variar un poco el recorrido. Volviendo por el camino, a unos 20 metros parte un camino, poco claro, que, con un par de trepes sencillos, enseguida gana unos metros y lleva directamente a la zona superior del Preikestolen. Merece la pena invertir 5 minutos en subir para ver las vistas. Desde la colina, el descenso hacia los ibones es sencillo y está bien marcado. Las vistas de la zona de Stavanger en un día claro son espectaculares.
Al alcanzar los ibones ya vamos viendo que las hordas de gente comienzan a llegar, y eso que tampoco es muy tarde (9:30h). Sí que es cierto que en los tramos de repechos que ahora nos toca bajar, hay mucha gente y hay que armarse de paciencia para ir bajando y esquivando a las personas. Llegamos al coche sin problemas casi 4 horas después de haber empezado la excursión.
[shashin type=»photo» id=»2264″ size=»912″ caption=»y»]Hace bien poco, Paco Nadal, un viajero infatigable, grabó la Roca del Púlpito con un drone, dándonos una perspectiva inusual de este impresionante lugar.
3 Responses
Pepe
Si, parece interesante madrugar para evitarse el «mogollón», y tener fotos del lugar casi en soledad.
Pilar
Pues si, la verdad es que es muy chula, pero hay que madrugar para poder disfrutar de ese lugar. Luego se convierte en una procesión.
angel
¡Vaya rutica chula por Noruega!
No paráis!