Una clase de geología en vivo y en directo
Descubriendo esta zona de Cantabria
Hoy vamos a recorrer parte de la Costa Quebrada, entre la pequeña playa de San Juan de la Canal y los arenales de Liencres. El paisaje de acantilados es sobrecogedor pero esconde bellísimas playas donde hacer un alto y darse un baño.
Fecha de la actividad: jueves, 3 de septiembre de 2020
Lugar de salida: aparcamiento Playa de Valdearenas
Objetivo: Costa Quebrada
Desnivel positivo acumulado: 380 metros
Distancia y tiempo empleado: 19,4 km en 8h05′ (visitando las playas)
Archivo GPS (con el recorrido, click para descargar): TrackGPS
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La Ruta
Dejamos el coche en el aparcamiento de las Playas de Valdearenas y Canallave. Cogemos las mochilas (llevaremos bastante agua) ya que tenemos una ruta en la que, sin ser muy larga, invertiremos toda la jornada ya que nos iremos parando en casi todas las playas para darnos un baño.
La primera parte del recorrido es la menos interesante, caminaremos por pistas y alguna pequeña carretera con muy escaso tráfico, a excepción de la CA-231, por la que tendremos que recorrer algo más de un kilómetro para atravesar Liencres.
Llegaremos a la playa de San Juan de la Canal, son algo más de 7 kilómetros de recorrido que nos ventilaremos en 1h30′. Para refrescarnos nos damos un primer baño. Y al poco comenzamos nuestro recorrido por la maravillosa y sorprendente Costa Quebrada.
Como citan en la web del Parque Geológico de Costa Quebrada; “La incesante confrontación entre las capas inclinadas de roca y la acción marina ha producido un conjunto muy diverso de estructuras y formas que se extienden a lo largo de unos 20 kilómetros de litoral: Acantilados, arcos, islotes, ensenadas, playas, tómbolos, dunas, flechas litorales y estuarios muestran la constante e implacable evolución de las áreas costeras. Una mirada más atenta a los afloramientos rocosos revela los vestigios de antiguos arrecifes tropicales, enormes playas y bosques, ecosistemas marinos congelados en el tiempo y los eventos que los aniquilaron. Pero además el parque muestra la estrecha relación del ser humano con el patrimonio geológico a lo largo de la historia.”
Salimos de la playa y tomamos la calle que nos sube a la loma que cierra, a nuestra izquierda, la playa de La Casuca de San Juan de la Canal. Tras admirar las interminables vistas, giraremos a nuestra izquierda, al Oeste para comenzar a recorrer el sendero costero.
Al poco llegaremos al vértice geodésico de La Casuca (71 m) y ya enseguida empezaremos a ver la Isla del Castro ahora, por la marea, península de la Playa de los Covachos.
En algún punto nos desviamos sin querer a la izquierda, lo corregimos bajando por un prado, seguimos un poco más y llegamos a la bajada a la playa de los Covachos.
La bajada a esta playa es complicada, existen unas escaleras de hormigón, pero hace unos años un temporal se llevé parte del arenal e hizo complicado el acceso a la playa.
Bajamos con cuidado, los escalones tiran para abajo y no dan mucha confianza. Seguimos hacia la Isla del Castro, el terreno sin ser complicado no da mucha confianza, así que vamos con precaución.
Tras un rato de; por aquí, no espera mejor por allá, pon aquí el pie, no mejor ponlo allá, alcanzamos la lengua de arena que conduce a la base de la Isla del Castro. Como la marea está subiendo, decidimos no subir a lo alto del islote y, tras hacer unas fotos, volver a nuestra ruta.
Tras volver a recorrer el terreno de aventura y subir los escalones de la Playa de los Covachos, retomamos el sendero, a ratos muy estrecho, ya que anda encajonado entre el acantilado y los muros de las propiedades contiguas.
Alcanzamos la Playa de Arnía, donde tenemos previsto un baño y aprovechar para comer. Se baja por una pista hormigonada, a la derecha accedemos a la playa y a la derecha vemos un espectacular flisch de los Bajos de Arnía.
Tras el baño y el avituallamiento, volvemos sobre nuestros pasos, salimos a la Urbanización Costa Mar y encontramos un camioncito donde compramos unos helados y algo más de agua. Recorre una calle de la urbanización hasta volver a salir a la costa. Aparecemos al otro lado del Flisch de Arnía, ¡fantástico!
Este tramo de la ruta es el más espectacular, podemos maravillarnos con una costa rota, quebrada en casi toda su extensión.
Pasaremos con cuidado junto al Bufón de Liencres, un tremendo hoyo de más de 25 metros de profundidad, pasamos junto a una zona espectacular donde se puede admirar la fuerza de la naturaleza.
Saldremos a una bahía en la que vemos varias playas, la primera de ellas, Playa de Portíos, bajo una nueva urbanización, el sendero de nuevo encajonado no se disfruta mucho en este punto, lo mejor es admirar la costa y no pensar en que podrían acondicionar algo mejor este sendero, pues lo recorre mucha gente y como siga degradándose será mucho peor.
Al otro lado de la bahía no mejora, unas nuevas urbanizaciones comprimen el camino como si les molestase, bajamos a la playa de Cerrías, pero no nos bañamos aún nos queda bastante recorrido hasta Valdearenas.
Ahora, el recorrido gana altitud hasta alcanzar la playa de Somocuevas, este arenal es el de mayor extensión que hemos visto en el recorrido y, está ¡a tope!
Seguimos sin bajar a pisar la arena, ahora el paisaje se abre y desaparecen las urbanizaciones, solo se ven prados a nuestra izquierda y el mar infinito a nuestra derecha, pasamos junto al vértice geodésico de Pedruquios (58 m).
El camino hace un quiebro a la izquierda, vemos gente seguir recto, no sabemos a donde. Vamos a ver. Llegamos a la pequeña playa de El Madero o de Pedruquías, ¡qué lujo! como si se tratase de una piscina que se llena cuando sube la marea, bajamos y nos damos un baño, ¡cómo no hacerlo!
Volvemos al camino y continuamos por el prado costero hasta llegar al Parque Natural de las Dunas de Liencres, pasamos sobre la playa de Canallave y algo más adelante ya vemos el aparcamiento, repleto de coches, de Valdearenas.
Aprovecharemos el resto de la jornada para disfrutar de esta fantástica playa que nos regaló un maravilloso atardecer.
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