Ya estamos en otoño y tenemos «ganicas» de pasear por un bosque de hayas, así que ni cortos ni perezosos pasearemos por dos de los fabulosos bosques del valle de Ossau. Buscando una ruta, me encuentro con ésta de David Naval (Buscando Bucardos) y decidimos tomarla prestada (esperemos que no se nos enfade). Cruzamos la frontera a Francia por El Portalet y bajamos hacia el Lago de Fabrèges, aproximadamente un kilómetro antes de llegar al lago, atravesamos un puente, hay un par de zonas de aparcamiento, una a cada lado de la carretera, dejamos los coches y nos preparamos.
La ruta comienza allí mismo, vamos a subir por el sendero que nos lleva a la Cabane de Saoubiste. El sendero gana altura rápidamente, las lazadas se suceden entre el frondoso bosque de hayas.
Al poco atravesamos, por un puente, el barranco de La Sourde de Saoubiste, se ve que un alud cayó este invierno pasado, ya que está toda la zona devastada.
Seguimos ganando altura por la otra vertiente, a ratos el bosque deja paso a praderíos, aprovechamos uno de estos para hacer una parada y almorzar, los peques lo agradecen, la subida por el bosque es exigente ya que se ganan muchos metros de altura en poco rato.
Continuamos, enseguida superaremos el bosque y nos dirigiremos a la cercana Cabane de Saoubiste (tiene un pequeño abrevadero por el que sale un hilo de agua). Poco a poco el cielo se ha ido cubriendo, de amenazadoras nubes, lo que nos lleva a no detenernos demasiado.
Desde la cabaña, giraremos en dirección contraria para ir contorneando la parte alta del bosque por el que hemos subido.
Un tenue sendero nos lleva casi sin ganar ni perder altura hacia la Cabane d’Arregatiü.
Al otro lado de la cabaña, bajaremos por unas trazas de ganado que por la loma herbosa nos deja a la altura del sendero que desde la Cabane de Soques lleva al Refuge de Pombie.
A la altura del puente de madera, paramos a comernos el bocadillo, los peques han estado a punto de amotinarse, por que tras decirles que comeríamos en la cabaña, han visto como la dejábamos atrás sin detenernos.
De nuevo en marcha, cruzamos el puente y descendemos el valle del Ruisseau de Pombie, el bosque está fantástico, se ve que en pocos días se va a «encender» con los tonos ocres del otoño.
Cuando salimos del bosque, llegamos a la cómoda pista (utilizada en invierno como pista de esquí de fondo) que, nos llevará de nuevo al comienzo de la ruta.
Hola Angel,<br />¿Cómo me voy a enfadar?, je, je. Al contrario, me alegro que os haya servido, para eso colgamos las rutas.<br /><br />Espero que los niños no se cansasen mucho y que os gustase.<br /><br />Saludos!!<br />
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2 Responses
Eduardo
Hola Angel, yo también llevo idea de copiarsela, que los hayedos me encantan. Saludos
David Naval
Hola Angel,<br />¿Cómo me voy a enfadar?, je, je. Al contrario, me alegro que os haya servido, para eso colgamos las rutas.<br /><br />Espero que los niños no se cansasen mucho y que os gustase.<br /><br />Saludos!!<br />