Pic de Sesques

Comienzo de la pista.

Nosotros cogemos esta pista, al llegar a un claro, junto a una tubería, se alcanza una bifurcación, nosotros pasamos por debajo de la tubería y seguimos por el sendero, si cogiésemos el sendero de la izquierda subiríamos por el valle de Ossue, y junto al Caperan de Sesques, alcanzaríamos la cima por el collado de Sesques. Esta es la ruta que pensábamos descender.

Saliendo del bosque, el terreno cambia por completo.

Empieza a llover, nos cambiamos de ropa, llevamos las camisetas empapadas por el sudor, entre el esfuerzo y la humedad, las llevamos que se pueden escurrir. Cubrimos las mochilas para que no se calen y seguimos para arriba. Una lazada a la derecha nos deja en el encajonado lago de Isabe (1925 m. 2h15′).

Como sigue lloviendo no paramos, seguimos hacia la izquierda, tomamos la loma herbosa, paramos a almorzar, nos damos nuestro tiempo antes de decidir descender. Perdemos 5′ más en hacer la “foto de cima”, en estas se despeja un poco, enfrente incluso da el sol, todos a una decidimos seguir, a ver si este aclarado es definitivo y podemos disfrutar de las vistas desde la cima.
Pasamos sobre el lago, es como si lo contorneasemos pero a 150 metros sobre sus aguas, hay un par de puntos en el que un resbalón …, doble tirabuzón, carpado hacia adelante, y triplemortal hacia atrás, … y choff, al agua. En invierno, tiene que ser un punto realmente peligroso de transitar.

Se vuelve a cubrir totalmente. Poco a poco nos vamos acercando al pico, entre los retazos de niebla, vemos la base de la cara Norte del Sesques.

Todo lo más que vimos del Pic de Sesques.

Seguimos por las trazas de sendero, con cuidado de no perder los mojones que marcan el recorrido.


En teoría hay dos opciones, dirigirse a la derecha a ganar el collado que separa el Pic de Sesques del Pic d’Isabe (2463 m.) o por una canal que nos dejará a la izquierda de la antecima Oeste (2583 m.). Nosotros y sin planteárnoslo siquiera, aparecemos en la canal, es mitad herbosa, mitad pedregosa, tiene fuerte inclinación pero no se han de apoyar las manos en ningún momento.


Dejamos la canal y salimos a una terraza bajo la antecima, desde allí Melchor y Fernando ganan la arista, yo que voy algo más rezagado, me desvío a la derecha y salgo a la arista tras la antecima, así que para alcanzarlos debo subir unos metros a la antecima y bajar al collado donde se encuentran, la arista es ancha, con trazos de sendero, pero las rocas están mojadas y resbalan lo suyo.
Aún queda un ratillo a la cima, se pasan un par de elevaciones sin importancia y alcanzamos la cima (2606 m. 4h30′) coronada por unas antenas que la afean bastante.


También hay un pequeño refugio de chapa, que de estar abierto nos hubiese venido de perlas para entrar en calor y comer algo.
Queríamos bajar por el otro valle, tras alcanzar el Collado de Sesques, pero tal y como está la meteo, y que no lo conocemos en absoluto, preferimos eso de “malo conocido …”
La bajada, por el mismo itinerario, no es difícil, precaución en la arista de no pasarnos de largo la canal de ascenso y prestar atención a donde pisamos para no darnos algún resbalón por lo mojado del terreno.

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