Lugar de salida: Corral de las Mulas
Pequeño refugio adosado al Corral de las Mulas. |
Entramos en el Barranco de Culivillas, por el cual continuaremos hasta el Llano de los Ibones de Anayet, en un primer momento se dirige hacia el Sur, para girar en dirección Oeste al superar el Pico de La Garganta.
En este punto nos encontramos con un esquiador francés que viene caminando sujetándose la mano izquierda, tras él vienen sus dos compañeros porteando los tres pares de esquíes. Paquita pone manos a la obra, le inmoviliza el brazo con una venda y como no quieren llamar a emergencias continúan hacia el valle.
Nosotros seguimos hacia los ibones de Anayet, poco a poco vamos dejando atrás el Pico de La Garganta. Ganamos el llano de los Ibones y dejamos atrás el desvío al Arroyeras, así que subiremos primero al Vértice de Anayet e iremos haciendo el cordal en dirección Este, hasta el Arroyeras.
Llegamos bajo el Vértice de Anayet, valoramos si ascender por el Collado de Anayet o ir a nuestra izquierda a ganar el cordal entre el Vértice y una cota secundaria, al final decidimos ascender hacia el collado, se ve una gran cornisa pero queda bastante de la derecha.
La subida está bastante empinada y, excepto en un corto tramo donde nos hundimos más, se deja subir bien. Desde lo alto del collado, ya solo queda remontar a nuestra izquierda hasta ganar la cercana cumbre.
El cielo está completamente despejado, excepto por una boina de nubes sobre el Midi d’Ossau, la panorámica es fantástica.
El viento que nos ha acompañado en la subida parece que arrecia, decidimos continuar y ver que tal está el itinerario previsto, bajamos una inclinada pala y seguimos hacia el collado que habíamos valorado ascender en un principio, al poco llegamos a una cota secundaria, bajo ella hay que hacer una travesía por terreno muy inclinado con nieve bastante dura.
Vemos que es preferible regresar sobre nuestros pasos y bajar al llano de los Ibones de Anayet, pero antes, subimos a esta cota y como no hace nada de viento, aprovechamos para comer.
Para bajar volvemos al collado anterior, desde abajo se veía bastante empinado, pero se deja bajar muy bien.
Una vez en el llano y antes de bajar a los coches, nos acercaremos al Espelunciecha, no son muchos metros de desnivel y es una buena manera de terminar una buena jornada de montaña. Unos optamos por subir directamente por la pala central y el resto del grupo hace una larga lazada a la izquierda para ganar la suave cresta cimera.
Tras la foto de rigor vamos a bajar por el hombro NorEste, alcanzamos una gran hito de piedras desde donde se ve un segundo hito más pequeño, conduce a una pala algo inclinada de nieve dura, pero que se deja bajar bastante bien de cara a la pendiente, parte del grupo decide volver y bajar de nuevo hacia el barranco de Culivillas.
Bajando en busca del mejor itinerario. |
Nosotros llegamos rápidamente a un amplio collado y bajamos de nuevo hacia la parte de Anayet-Formigal por unas pistas de esquí, cuando nos encontramos sobre los edificios de la estación, vemos un nevero que continua en paralelo a la carretera y que con las raquetas nos va a permitir evitarnos la mayor parte del asfalto.
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