Hoy, día de Aragón, vamos a aprovechar la buena meteo prevista para subir con los peques a este fantástico mirador que es el Pico Pacino o Pazino. Dejaremos el coche en el pequeño aparcamiento que hay bajo la Chimenea, una vez que dejamos atrás (a la derecha) el desvío a Sallent de Gállego, hay que estar muy pendiente por que hay que desviarse a la izquierda, justo tras una pequeña curva de la A-136.
Tras dejar los coches en el pequeño aparcamiento (para unos 8 coches) justo a la altura de una cadena que corta el tráfico de la pista (aunque hoy estaba abierta) y nos preparamos.
Tomamos la pista por la cual recorreremos unos cientos de metros, primero llegaremos a la tubería de color verde, que sirve para transportar el agua desde el embalse de Escarra hasta la central hidroeléctrica de Sallent de Gállego, y baja en primera instancia de la visible torre (de descompresión hidráulica) que se haya sobre una loma.
Alcanzaremos un desvío señalizado, nosotros continuaremos por nuestra izquierda, PR-HU-91, mientras a la derecha se va la pista por el recorrido de las Crampas.
Al rato, dejaremos atrás la amplia zona de pastos por la que hemos caminado para entrar en la conocida como Selva de Sallent, la pista que hemos seguido poco a poco se transforma en un cómodo sendero que serpentea dentro del hayedo hasta las cercanías de la torre que se ve desde el aparcamiento del inicio.
Paramos a almorzar en unas praderas desde las que se puede observar el resto del itinerario y, vemos que las zetas restantes hasta el collado están repletas de nieve, alcanzamos a ver a una pareja que tras a empezar a remontar por la huella existente en la nieve del sendero se han dado la vuelta, como nos da algo de respeto al ir con los peques decidimos atajar por las empinadas laderas herbosas (a la derecha de las zetas) para ganar la última lazada que nos dejará directamente en el Collado de Pacino (1839 m).
Tras un descansillo continuamos hacia la cima, Elena parece que no tiene ninguna gana de seguir, preferiría quedarse en el collado, pero conseguimos animarla y continua hacia el pico.
La pendiente se acentúa, las vistas son cada vez mejores, una estupenda panorámica de 360º que nos permite vislumbrar una gran porción del Pirineo.
En la concurrida cima nos encontramos con un numeroso grupo de franceses, la mayor parte de ellos habrá cumplido ya seguro las 60 primaveras, los cuales reciben a los peques con ánimos y aplausos.
Como el sol sigue radiante y casi no hace viento, comemos en la misma cima, y nos tomamos nuestro tiempo, ya que se está estupendamente.
Llega la hora de descender, alcanzamos rápidamente el collado y, nos paramos a decidir si bajamos por la misma vertiente que hemos subido o si damos la vuelta al Pacino. Al final, como es una hora prudente optamos por alargar la jornada dando la vuelta.
Volviendo al Collado de Pacino.
Desde el collado se baja, hacia el valle de Escarra, por unas cómodas lazadas, alguna de ellas tapada por la nieve, hasta un cruce, a nuestra derecha iríamos hacia el embalse de Escarra y a la izquierda continuaremos por el PR-HU-91 hacia Sallent.
El sendero, casi llano, se va cubriendo de erizón y bojes poco a poco. En esta vertiente de la montaña, el sol calienta de lo lindo y, más que primavera, se respira verano. Por suerte, pronto empezamos a traspasar pequeños bosquetes de tejos que con su frescor nos ayudan a llegar al cambio de vertiente.
En uno de estos bosquetes nos encontraremos con el desvío a Escarrilla. Este tramo del itinerario queda sobre la Garganta de Escarra, pero el sendero queda resguardado al estar delimitado por la vegetación.
Por fin llegamos al amplio collado donde cambiaremos de vertiente, la panorámica se abre ahora al Norte, ganando preponderancia el Macizo de Argualas.
Bajamos en dirección hacia un muro de piedra donde, poco a poco, giraremos hacia el noroeste. Una zona de praderíos nos irá acercando al bosque de hayas de la Selva de Lanuza, en la cual no entraremos sino que pasaremos bajo ella, justo sobre una zona de margas bastante vertical, encontrándonos además en el tramo más expuesto un pequeño nevero sobre el camino (si siguen estos calores, deberá desaparecer en unos días). Dejamos atrás este delicado paso e iremos entrando en el hayedo, al rato llegamos al desvío hacia Sallent (por donde sigue el PR-HU-91), nosotros tomaremos el camino balizado con marcas azules y blancas que nos llevará hacia la Chimenea (la torre de descompresión hidráulica).
Aún nos queda un rato y, como los peques van fatigados se hace largo. Primero se va en horizontal, perdiendo muy poco altura, hasta que llegamos a la cabecera del valle que está bajo la loma donde se encuentra la torre. En esta zona y gracias a unas revueltas bajamos bastante desnivel. Ya solo nos resta dirigirnos hacia la tubería y desde allí desandar la pista, por la que hemos transitado por la mañana, de vuelta a los coches.
Hola Ángel, menudos máquinas los niños, porque once kilómetros para ellos no es moco de pavo. Nosotros el martes estuvimos en Formigal con el trineo, e hizo muchísimo calor. Saludos
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2 Responses
Angel
Tienes razón, Eduardo, al final se nos hizo un poco largo, pero el día acompañó y la zona es estupenda.
Eduardo
Hola Ángel, menudos máquinas los niños, porque once kilómetros para ellos no es moco de pavo. Nosotros el martes estuvimos en Formigal con el trineo, e hizo muchísimo calor. Saludos