Culfredas desde el Refugio de Tabernés

Pasando por el Pico Cabalera y coronando los 3 tresmiles de los Culfredas o Batouas

Hace muchos años, junto a mi amigo Jorge, ya coronamos estos 3 tresmiles de los Culfredas pero, hacía tantos años que tan solo tenía un vago recuerdo de como era su ascenso.

Primero toca remontar con el coche la larga pista que une San Juan de Plan con el campamento de Virgen Blanca, para luego seguir en dirección al Refugio de Viadós, en una pronunciada curva nos desviaremos al Refugio Libre de Tabernés, desde el desvío la pista empeora un poco pero se deja subir.

El ascenso a los Culfredas comienza en la misma puerta del Refugio de Tabernés, bajamos un poco al puente que nos permite cruzar el río Zinqueta de La Pez, y por bonito bosque alcanzar el Vado de Bachimala o del Pluviómetro. Luego vemos las señales que nos desvían al Puerto de la Madera, primero con mucha pendiente por el pinar, para luego por un camino tradicional, suave y herboso, hasta el Puerto. Encararemos el Pico de Cabalera o Cauarère, salvando con pequeñas trepadas las zonas con más pendiente y tras descender cómodamente a su collado, recorrer la arista para hollar los 3 tresmiles de los Culfreda.

“Silencio extraño y absoluto. Disfruto por encaminarme allá arriba a esta hora con una tarde tan bella: por un instante me parece que es el lugar natural del hombre puesto que aquí se tranquiliza y purifica el alma ¡No hay pasión que no se adormezca a estas alturas, salvo el entusiasmo! “

                    Crónica  desde lo alto del  PIco Culfreda, Henry Rusell, 1874

Fecha de la actividad: martes, 30 de agosto de 2022

Lugar de salida: Refugio de Tabernés (1740 m)

Objetivo: Culfredas o Batouas (3034 m)

Desnivel positivo acumulado: 1448 metros

Distancia y tiempo empleado: 19,24 km en 10h35′

Archivo GPS (con el recorrido, click para descargar): TrackGPS

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La Ruta

El valle del Zinqueta de la Pez es tan espectacular como aislado y, los Culfredas al fondo como eternos vigías de lo que ocurre a sus pies.

Tras dormir en el Refugio libre de Tabernés (1740 m) y oyendo llover casi toda la noche, desayunamos y nos preparamos para la larga ruta de hoy.

Más de 20 años hace que subí por primera vez a los Culfreda o Batouas (según a que lado de la frontera nos encontremos), tanto que no recuerdo bien como es su parte alta, una larga arista que une el Puerto de la Madera con el Culfreda Norte.

Nada más salir de Tabernés una primera señal de madera nos encamina hacia el Puerto de la Madera, bajamos a cruzar el Zinqueta de la Pez por un puente de hormigón, seguimos marcas verdes y blancas hasta que nos cruzamos con el PR-HU 114 que viene desde Virgen Blanca, el cual seguiremos hasta el mismo Puerto de la Madera, no hay pérdida.

El sendero que transita la orilla derecha hidrográfica del río, es un continuo sube-y-baja, cruzaremos una pasarela de madera, y el sendero sube para pasar junto a la cabaña de Culrueba, que nos recuerda el pasado pastoril de estos valles pirenaicos.

Al poco llegaremos al Llano del Pluviómetro (o Vado de Bachimala, 1788 m) donde está el desvío al Puerto de la Madera, de seguir recto (cruzando el río a continuación) nos encaminaríamos al Puerto de La Pez, y si tras cruzar el río girásemos a la derecha, podríamos tomar el sendero que sube hacia el Gran Bachimala y el Paso de la Señal de Viadós.

El suave sendero que nos ha traído hasta aquí, se adentra con fuerte pendiente por el bonito bosque, coníferas de tremendo porte salpicadas por algún que otro serval dan paso, poco a poco, a eternas zonas de pastizal.

La presencia de los Culfreda se hace cada vez más notoria en nuestro camino hacia el Puerto de la Madera.

Unas largas lazadas nos van elevando sobre el valle, una pequeña trepada y unas simas marcadas con la notación PM (del 1 al 3) nos llevan a una zona más plana donde vemos varios manantiales.

El camino transita sobre muros de piedra construidos por el hombre para sustentar el paso de las caballerizas que llevaban la madera del lado español al francés, de ahí el nombre del Puerto de la Madera.

Alcanzamos el suave collado, a nuestros pies vemos el valle francés de Rioumajou, punto de origen de innumerables ascensiones, punto que elegimos hace años para subir al tresmil de Lustou (3026 m, click para ver la actividad).

Desde el collado comienza una larga arista, que en principio se evita por la vertiente francesa, para posteriormente encaramarnos a ella, bajo el Pico Cabalera, luego una zona inestable con bastante pendiente, de lajas de pizarra, donde a veces se apoyan las manos, nos acercará a esta primera cima.

Este tramo, que concentra la mayor parte del desnivel de ascenso que queda desde el Puerto de la Madera a los Culfredas, se nos hizo más largo de lo esperado, está claro que no estamos en forma.

Una vez en la cima del Pico de Cabalera o Cauarère (2901 m), por terreno cómodo, descendemos al amplio collado (2860 m).

Comenzamos la cresta de los Culfreda, un pequeño tramo se pasa por la vertiente francesa.

Luego se encara una primera antecima, la cual no se pisa sino que se traspone por la vertiente española por un camino amojonado que transita una faja horizontal.

Una vez al otro lado, de nuevo en la arista, se sigue por ella, excepto un pequeño tramo que evita la parte más vertical por el lado francés. Ganamos la primera de las cimas; Culfreda Sur (3034 m).

Seguimos hacia las otras dos, primero descendemos a un collado bastante marcado (3004 m) para y, siempre por la arista, hollar el Culfreda Central (3030 m).

Un pequeño descenso a un leve collado (3019 m) antes de encarar el último repecho al Culfreda Norte (3033 m).

Fotos de rigor, comemos algo y para abajo, que nos queda volver a recorrer toda la arista, y se nos ha hecho muy larga.

La vuelta, ya por terreno conocido, se hace mucho más rápida, los pasos que nos han parecido algo delicados, se suceden con mucha más rapidez y confianza. Pronto llegamos al collado entre Culfredas y Cabalera. Remontamos a la cima del Pico Cabalera y empezamos la larga bajada al Puerto de la Madera.

Desde aquí, el sendero suaviza, pararemos en alguna de las fuentes a recoger agua, ya que la actividad es larga y se nos ha ido acabando el agua.

Entramos en el bosque y, antes de salir al Vado de Bachimala, vemos cruzar nuestro camino varios ciervos.

Desde el Vado el camino se hace algo pesado, pero sin tardar mucho alcanzamos el Refugio de Tabernés.

Galería de fotos

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