Fecha de la actividad: domingo, 16 de octubre de 2016
Lugar de salida: La Besurta
Objetivo: Tuc de Mulleres
Desnivel positivo acumulado: 1150 metros
Distancia y tiempo empleado: 19,5 km en 10h40′ (incluidos descansos)
Archivo GPS (con el recorrido, click para descargar): TrackGPS
La Ruta
Cómo Benasque está algo lejos para hacer un tresmil en el día, decidimos acercarnos a La Besurta la tarde anterior, y dormir en la tienda para salir pronto.
Madrugamos pero tampoco sin pasarnos, la tienda está completamente escarchada, no hace un frío excesivo pero, si lo suficiente para que la escarcha haya hecho presencia.
Empezamos a andar pasadas las 8 de la mañana. El camino, bien conocido, hasta Aigualluts, se sucede rápidamente. Nos encontramos la cascada bien escasa de agua, y eso que ha nevado estos días pasados.
Recorremos el Plan de Aigualluts hasta su final, para ascender a su izquierda, hacia el valle de La Escaleta. Ahora, por la mañana podemos admirar el Aneto y los 3000 de los Montes Malditos, tras la copiosa nevada del día de El Pilar.
Cruzamos el puente de madera y comenzamos la subida a La Escaleta. Recorremos todo el valle, siguiendo el sendero y, dejando atrás el desvío al Coll de Toro, hasta que una franja rocosa nos corta el camino. Unos trepes fáciles pero, con la roca escarchada, nos llevan arriba del roquedo, el sendero, arriba, nos lleva en pocos minutos al primer laguito de La Escaleta, al cual sigue uno de mayores dimensiones.
Nos plantamos en la orilla del ibón que sorteamos por orilla derecha (hidrográfica), ya pisando nieve, salpicada por hielo, producto de las bajas temperaturas de esta noche. La muralla de enfrente se ve amenzadora cubierta por la nieve reciente, y el sendero se vuelve más exigente por el hielo cada vez más presente.
Seguimos unas huellas del día anterior, que si bien facilitan seguir la ruta, se han ido convirtiendo en hielo puro. Alcanzamos un nuevo ibón, este completamente helado, y nos ponemos las polainas. Atravesamos el desagüe del ibón y proseguimos por una tumbada canal.
Cada vez con más nieve, una travesía nos lleva a una segunda canal, donde nos calzaremos los crampones, ¡menos mal que los hemos cogido pese a las dudas que teníamos! Poco a poco dejamos atrás esta incómoda zona y salimos arriba en la gran tartera que baja del collado de Mulleres.
Nos queda lo más sencillo, ir ganando altura, siguiendo los mojones, hasta llegar bajo la pirámide rocosa del Tuc de Mulleres. Pero hoy no, la nieve aquí es tan abundante como inconsistente, cada paso cuesta lo suyo, hemos de ir buscando la nieve menos profunda, evitando hundirnos hasta la rodilla en una nieve que no aguanta nada de nuestro peso. A veces lo mejor es dirigirse a las bandas rocosas para ir marcándolas con nuestros crampones, pero siempre toca pasar por nieve profunda.
Poco a poco la pendiente se va acentuando, estamos ya bajo la vertical de la cima, sorteamos una pala algo más vertical, tirándonos hacia nuestra izquierda, para evitar la que suponemos un nieve infernal. Al poco, ya se distingue el gran mojón de la antecima, el cual alcanzamos en unos minutos. Aquí el cielo, gris toda la jornada, se aclara un poco, obsequiándonos con una vista genial. Una magnífica panorámica de 360°, frente a nosotros, Russel, Aneto y Malditos. Algo más a su izquierda, Vallibierna, y tras nosotros el valle que baja a Viellha, por donde ascendí hace ya muchos años a este mismo pico como colofón a un buen tramo de GR11 que nos traía desde Linza.
Me acerco a la verdadera cima, trastabillando por las rocas semiocultas por la nieve, tras un buen cramponazo la alcanzo, vuelvo sobre mis pasos y me dispongo a bajar, por que Félix se ha quedado un poco atrás, diez minutos más abajo me reúno con él, recuperado después de haber comido algo. Decide subir mientras soy yo el que come algo. Un rato más tarde baja Félix y reemprendemos la bajada, larga y tediosa, además el cielo se vuelve a cubrir dando la sensación de que igual nos mojamos.
Llegamos al ibón helado donde nos pusimos las polainas, el hielo que ha la subida era duro y peligroso se ha convertido en una pasta mezclada con la nieve, pero que permite progresar ya sin crampones. La bajada resulta más tranquila de lo esperado y así vamos perdiendo metros hasta Aigualluts.
De Aigualluts seguimos hacia La Besurta ya anocheciendo. No hemos visto a nadie en toda la ruta, a excepción de tres figuras que hemos visto aparecer por el collado de Mulleres, y por la cresta han hollado el Mulleres, y un par de grupos bajando de La Renclusa. Un día frío, con mala nieve que ha echado para atrás a más de uno.
Visita otras rutas por la zona
Benasque-Cerler (circular) • Torre Cordier • Perdiguero • Pico Mir y Punta Delmás • Pico Sayó y Pico Cordier • Sierra Negra
Deja un comentario